Cómo conectar lo inmersivo y el sentir desde el Perú contemporáneo
Las tecnologías electrónicas se encuentran presentes en la creación contemporánea peruana desde la década de los 60s, y tiene un crecimiento sostenido hasta llegar a una explosión durante el siglo XXI, gracias al internet y la democratización de tecnologías como las computadoras personales o las computadoras portátiles. La forma de introducir primero el arte electrónico y más tarde el arte digital a la expresión creativa, ha respondido a pensamientos políticos y sociales, críticos y conscientes a temas como el consumismo, la colonialidad, y otros aspectos que precisamente contribuyeron en el encuentro entre estas tecnologías y las y los artistas de Perú.
Una brecha que partió amplia, entre el acceso a algunas herramientas tecnológicas, en comparación con otros países, contribuyó a discursos como el de la precariedad como estímulo creativo, posibilidad que ha dejado importantes obras y proyectos, es una brecha que se ha cerrado bastante, al punto de casi no existir ya, pues el acceso a las tecnologías digitales se encuentra muy homogeneizado en nuestro país y otros, donde radican prácticas como el modelado 3D, el video 360 y la Realidad Virtual. Desde estas posibilidades, diversas personas en la práctica artística plástica y sonora, la performance y la arquitectura, eligen estas tecnologías como herramientas para expresar su pensar y sentir, habitando este Perú contemporáneo.
En Rumi Collage Digital, obra de Yannet Vilela (N3T4), la artista se propone mostrar una adaptación y actualización de una ciudadela pre-inca, tomando características de otras encontradas en Perú, concentrando una gran cantidad de rasgos, para invitar al usuario, que visita la obra, a recorrer y encontrar distintos objetos de diferentes culturas del Perú en un mismo espacio.
Este espacio se transforma en un collage, que reúne muchos territorios, costumbres, objetos y épocas en una experiencia inmersiva, accesible desde un navegador estándar de internet, pudiendo el usuario estar dentro de esta nueva ciudadela, perteneciente a un presente especulativo, basado en muchos pasados, explorando en las posibles conexiones entre las culturas elegidas, y representando de alguna forma a la sociedad peruana.
En Cuéntame con sonido Muki, obra de Jesperino basada en la leyenda de los andes centrales del Muki, un mito que se ha difundido y adaptado al resto de territorios mineros, que ha recibido también influencias europeas, y que representa un sentido para una innumerable serie de situaciones que, en tal extremo ambiente, se dan y que no responden a la lógica normal.
En esta obra, accesible desde un navegador de internet, se representa en realidad virtual un ambiente de cavernas, construído en base a los ambientes en los que se ha visto al Muki, y se enfoca principalmente en la sonoridad de este espacio, en su silencio, en el sonido del escaso viento, y las emula a través de sintetizadores digitales, proponiendo una nueva sonoridad, desde la exploración de sonidos naturales e instrumentos andinos, ahora revisados con estos sintetizadores.
Este mito representa una tradición muy antigua, proveniente desde antes de la invasión europea, y que se mantiene vigente y en adaptación continua a través del presente.
En Decreación de La Tierra. Un viaje al interior, obra de Elsa Luz Bustamante Romero, la artista nos introduce a un viaje tridimensional elevado a un estado metafísico. La separación de la estructura de La Tierra va más allá de la desintegración física y nos revela un interior antropomórfico y de rasgos sincretistas, en el que el caos de la creación encuentra un significado en la cosmovisión andina, forma de percibir la concepción del mundo, que es uno de los puntos más significativos en el desarrollo de la obra, englobando y ordenando un conjunto de masas, leyes, fenómenos y creencias, representados en un modelo 3D.
Este objeto virtual, accesible desde un navegador de internet, se encuentra motivado por la literatura en forma de mitos y leyendas del Perú, específicamente por un relato lambayecano titulado “El mito del oro, la plata y el cobre” que reinterpreta la creación de La Tierra desde la perspectiva de la cosmovisión andina.
En Musquy, obra de Eleazar Herrera, se propone una instalación inmersiva en un espacio virtual, en donde se superponen elementos característicos de una cultura y sociedad inspirada en la región andina peruana, en donde se busca encarar diversos paradigmas propios de los naturales del sitio y los foráneos, representando diversas aristas que componen las migraciones de la ciudad al campo, especialmente en el Valle Sagrado, dónde lapoblación se ha incrementado considerablemente en los últimos años, y donde convergen tradiciones rurales y formas de vida urbana.
En Valle_PaganoV1, obra de Daniel Laureano Quintanilla, se propone un pequeño recorrido de oeste a este, a lo largo del valle del Mantaro, a su paso por la región Junín, resaltando aquellas manifestaciones religiosas heredadas de la colonia y su sincretismo con las deidades celebradas en el Perú precolombino, en cantidad equivalente a los días del año, y sin importar demasiado sus procedencias, tienen gran aceptación en los habitantes de este valle. Hay un mestizaje claro, como aporte y como sobrevivencia a las tradiciones más anteriores, y que se representa en diversad formas en la exploración de esta obra.
En Proto-Amazónias, Esquemas y Desordenes, obra de Julio Urbina, se explora el árbol filogenético de las especies, partiendo desde una esquemática cartesiana (planos, dimensiones), para luego quebrar y dislocar desde ahí, el enfoque antropocéntrico, dirigiéndolo hacia una ecología ‘’transespecie’’, entendida como identidades posibles, ficcionales en esta ocasión, que transitan otrxs cuerpxs, inteligencias y sensibilidades fuera de las categorías establecidas por lo occidental, generando así, otras identidades flotantes no clasificadas, que no entrarían en estas mismas categorías o taxonomías científicas oficiales. A modo de un diagrama en movimiento, el recorrido, accesible desde un navegador de internet, pretende ser explorado como si se descendieran por capas subterráneas, desmantelando barreras artificiales entre lo humano y lo no humano.
En Permiso para Bailar o cómo caímos en los tres pilares de la apropiación cultural, obra de Caudia Vanesa, hay un aproximamiento a la danza tradicional de su familia: Los Negrasos de Sipsa, cuyo baile no le fue enseñado, ventilando así los conflictos de identidad familiar con respecto a la celebración y pertenencia a nuestras tradiciones, y la forma en que estas sobreviven adaptándose a nuevos tiempos.
En El Retablo Digital, el origen, obra de Giovanna Elizabeth Pillaca Morote, se trata sobre la apropiación espacial y abstracta de habitar un retablo Ayacuchano de manera virtual, valiéndose de información gráfica de redes sociales y la memoria personal del autor. En esta versión se plantea retratar en el medio digital, tal cual lo hacen los retablistas en el medio físico, el proceso de la generación del Retablo Digital, con el objetivo de generar un puente entre ambos.
“Ayacucho, Perú, en esta provincia al Sur del Perú e intermedio en las rutas incas y del virreinato entre Cusco y Lima, El Retablo es la pieza cultural que se transformó de la Caja de San Marcos, traída por los españoles, y adoptó un carácter artístico cultural regional. ‘Atrás quedan las representaciones tradicionales del San Marcos. El retablo innova con nuevos temas.’ (Del Río 2011) Estas piezas escultóricas relatan en su interior la historia cotidiana y representativa de la ciudad de Ayacucho. Y mediante la observación permite recuperar información que suele extraviarse en el tiempo. La docente Susana del Río bien describe que la comunicación de generación en generación mantiene vivo el sentido completo de una tradición.”
En Reconquista II, Paola Torres Núñez del Prado, se representa una realidad virtual en donde las huacas de Lima se mantienen erguidas mientras la ciudad deviene en artefactos, en un desarrollo paralelo, que desde la virtualidad, no les afecta y permite una convivencia equilibrada, siendo también una expresión del mestizaje y la cosmovisión dual que caracteriza al Perú.
Y finalmente, en Colon 2100, obra de Jesed Mateo, se presenta un entorno virtual que permite en su recorrido, encontrarse con diferentes escenarios futuros del monumento a Colón ubicado en El Paseo Colón en Lima, escenarios que responden a su destrucción y resignificación en el tiempo a través de la intervención material de la escultura como un acto de sanación decolonial, que repercute en nuestro vivir y saber.
El espacio se acompaña de paisajes sonoros que vinculan la memoria de estas escenas con las diversas voces en lucha por la caída del colonialismo como una idea humana que deviene obsoleta.
// Equipo //
Curaduría : Marco Valdivia
Comunicación : Neufa Q. García (+ Natalia Martínez Borja)
Actividades complementarias : Milagros Saldarriaga
Proceso acompañado desde la experiencia de asimtria.org